Por Lucía Techeira
Hola a todos! Mi nombre es Lucia Techeira,
tengo 17 años y vivo en la ciudad de Young, Rio Negro.
Desde que tengo 9 años he dedicado gran parte
de mi tiempo al servicio comunitario, trabajando en diversas áreas como lo son
los derechos de los niños, hambre, pobreza, salud, educación, entre otros. Esta
labor que decidí llevar a cabo, ha construido la persona que soy hoy y le ha
traído a mi vida las mejores experiencias que una adolescente como yo puede
pedir.
Fui seleccionada como Joven Embajadora del
Uruguay, título que me llevo a conocer los Estados Unidos, país en el cual
estuve durante 3 semanas, aprendiendo sobre voluntariado, sobre cómo llevar
adelante proyectos exitosos, conocí una nueva cultura, un nuevo idioma, un
nuevo mundo; pero la vida al parecer, tiene mucho más para mí! Tanto así, que
en agosto de este año, otra oportunidad llego mi vida bajo el nombre de GLOBAL
CHANGEMAKERS YOUTH SUMMIT 2012, esta vez de la mano de una organización llamada
British Council.
Cada año el British Council selecciona 60 Global
Changemakers y los reúne en alguna ciudad del mundo durante una semana en el
evento llamado “Cumbre mundial de la juventud” para así poder desarrollar y
mejorar sus capacidades para con la búsqueda del cambio.
Global Changemakers es un selecto grupo de jóvenes
de todo el mundo que demuestran una trayectoria importante en sus comunidades locales
a través de emprendimientos sociales, activismo comunitario y trabajo de
voluntariado. Una vez que forman parte de la red mundial, los Global
Changemakers comparten conocimiento, ideas y prácticas exitosas, a la vez
que trabajan individual y colectivamente en proyectos que impactan directamente
en la vida de las personas en sus comunidades locales. La iniciativa promueve
además la comprensión cultural y el diálogo entre los jóvenes.
Este año, fui seleccionada de entre 3400 jóvenes de
todo el mundo para asistir al evento el cual tuvo lugar en Londres. Durante una
semana tuve el placer de compartir mis días con una gran diversidad de
culturas, pero por sobre todo de personas increíbles. Jamás en mi vida me había
sentido tan pequeña, como en el momento en que conocí que era lo que cada uno
de ellos realizaban en sus comunidades, saber por ejemplo que una joven de 18
años tiene a su cargo un grupo de voluntarios que día a día tratan de educar a
cientos de niños que no tienen acceso a asistir a una escuela porque su país
está en guerra y quienes están al mando prefieren invertir su dinero en bombas
en vez de libros; una joven que desarrolló una plataforma vía SMS para poder
enseñarle a la gente de su país como obtener su propio alimento a través de
plantaciones ya que de otra forma, mueren de hambre. Estos son solo dos
proyectos de los cientos que escuche, porque la mayoría de nosotros
participamos en más de un proyecto a la vez, es imposible explicar la
admiración que siento por cada uno de ellos, y lo orgullosa que me sentí la
primera vez que conté sobre mi país y la respuesta de uno de mis compañeros fue
“que afortunada eres” y me pregunté a mi misma, ¿lo soy? Y encontré una
respuesta, claro que lo soy!
Cada mañana me levantaba a las 7 de la mañana para
ir a desayunar, mi mesa si que era variada, estábamos Bosnia, Nigeria, Canadá,
Egipto, Sri Lanka, Azerbaijan, Kyrgyztan, Honk Kong y Uruguay, ¿se imaginan la
cantidad de cosas que pude aprender? Que grande es el mundo y cuantas
realidades hay en él, que distinta es la gente aunque todos somos humanos,
cuanta variedad de idiomas y de etnias hay en el planeta, pero a pesar de todo,
en la cumbre nos sentíamos todos iguales, todos tenemos el mismo propósito, lograr
el cambio, tener un mundo mejor.
Diversos personajes pasaron por nuestra sala de
reuniones algunos más conocidos que otros, pero todos y cada uno de ellos
sumamente enriquecedores y motivadores. En lo personal, el encuentro que más me
impacto fue el que tuvimos con Franchesca Martínez, una actriz cómica inglesa
con una pequeña característica tiene capacidades diferentes; pero jamás dejó
que ese problema le cortara sus sueños, al contrario, utiliza su vida como
material para realizar sus comedias; fue inspirador para mi, tanto así que volví
con ganas de crear un proyecto para trabajar con niños con capacidades
diferentes involucrando el arte en todas sus formas.
No todo durante esta semana fue expresamente
educativo, sino que tuvimos nuestro tiempo para pasear y conocer esa hermosa
ciudad. Viajamos por el campo, donde pudimos apreciar esas hermosas
construcciones que te hacen inmediatamente transportarte a otra época,
anduvimos en barco por el rio que atraviesa Londres, donde pudimos observar
enigmáticas edificaciones como lo es el Big Ben y el Tower Bridge, entre otras
cosas.
Visitamos el Parlamento, donde tuvimos la
oportunidad de asistir a un debate con 4 parlamentarios que respondieron todas
y cada una de nuestras preguntas; así como también tuvimos la oportunidad de
charlar con MTV y los embajadores de cada uno de nuestros países en una fiesta
que se realizó en nuestro honor en las oficinas de British Council.
Para cerrar, me gustaría decirles que día a día me
doy cuenta que por más difícil que parezca si trabajamos por ello, los sueños
terminan convirtiéndose en realidad, no importa cuan locos nos crean, o cuan
imposibles parezcan, con dedicación, perseverancia y esfuerzo nuestras metas se
alcanzan.
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