Una
niña de 9 años regresó a su hogar tras abandonar un hospital de Boston
saludable: con nuevo estómago, hígado, bazo, intestino delgado, páncreas y
parte de un esófago para reemplazar los que estaban asfixiados por un enorme
tumor.
Se
trata del primer trasplante en la historia de un esófago y el mayor número de
órganos trasplantados al mismo tiempo.
Con
ojos brillantes mientras correteaba alrededor de la granja de su familia en las
afueras de Portland, Alannah Shevenell dijo que está contenta de sentirse bien
otra vez y poder montar en trineo, hacer un muñeco de nieve, trabajar en su
álbum de recortes y darle a su abuela un poco de frescura y buen humor.
¿La
mejor parte? "Estar en casa", dijo. "Simplemente estar en
casa", reiteró.
Fue
en 2008 cuando Alannah, entonces de 5 años, comenzó a tener fiebre y perder
peso, mientras su vientre se hinchaba.
Los
médicos descubrieron el tumor e intentaron extirparlo en dos ocasiones,
mientras se extendía como los tentáculos de un pulpo, de un órgano a otro.
Pero
era difícil llegar a lo que resultó ser una inusual forma de sarcoma, dijo
Alina Skolas, la abuela de Alannah. Y la quimioterapia no dio resultado.
Durante
todo el tiempo, el bulto -conocido como un tumor inflamatorio miofibroblástico-
continuó creciendo en su abdomen, causando dolor, dificultando comer y haciendo
que se hinchara con líquido. La cirugía era el último recurso para salvar su
vida. Alannah pasó más de un año en la lista de espera para órganos, dijo el
doctor Heung Bae Kim, el cirujano principal en el procedimiento en el Hospital
de Niños de Boston.
A
la familia le dijeron que había un 50% de probabilidad de que Alannah no
sobreviviera al procedimiento. Pero sin él, en cualquier caso, no tenía ninguna
posibilidad.
La
operación. La situación se hizo más tensa para Alannah y su familia en octubre,
cuando los médicos se prepararon para extirpar el tumor y los órganos de un
solo golpe y reemplazarlos con los órganos trasplantados de otro niño de similar
tamaño.
La
parte más difícil fue sacar sus órganos y el tumor, dijo Kim, que calificó la
operación como "difícil y con mucha pérdida de sangre".
"No
había manera de sacar el tumor sin sacar esos órganos, porque si sacábamos el
tumor los órganos no tendrían suministro sanguíneo y morirían", indicó
Kim, citado por el diario Boston Globe.
"Cada
trasplante es un desafío. Pero este lo fue un poco más por el esófago",
continuó Kim, resaltando además las "dificultades para encontrar los
órganos", que debían ser "del mismo tamaño y tipo sanguíneo" de
la niña.
"Es
probablemente una de las extracciones de tumor más extensas que se han hecho
jamás", concluyó.
El
doctor Allan Kirk, profesor de cirugía en la Universidad de Emory en Atlanta y
el editor en jefe de The American Journal of Transplantation, dijo que ningún
otro trasplante de esófago se ha reportado en la literatura médica.
El
caso de la pequeña Alannah convirtió al Centro de Trasplantes Pediátrico del
Hospital de Niños de Boston "en el primer centro de Nueva Inglaterra en
haber trasplantado de manera exitosa seis órganos en una sola
intervención", dijo el centro médico.
Tras
la cirugía, Alannah pasó otros tres meses en el hospital y combatió las
infecciones y las complicaciones de la cirugía antes de obtener el visto bueno
para ir a su hogar.
La
pequeña, que vive con sus abuelos en Hollis, un pueblo de 4.500 habitantes en
Maine, "no tendrá ninguna restricción real en términos de actividad",
de acuerdo con Kim.
De
todos modos, y por el momento, la niña toma nueve medicamentos diarios y es
sometida a continuos controles para saber sus niveles de azúcar, de acuerdo con
la prensa local. Un tutor va 20 horas por semana a su casa para que continúe
sus estudios.
Su
sistema inmunológico es tan débil que no puede ir a lugares donde hay mucha
gente, como escuelas, iglesias o centros comerciales, y no puede comer
vegetales crudos o frutas salvo que tengan la cáscara o piel muy fina, por el
riesgo de gérmenes.
Extraído de: El País Digital
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